91. Entonces, ¿azitromicina sí o no?

Hay varios factores relacionados con el diseño del estudio 1(n:26) (167) que invitan a la cautela en la interpretación de los resultados:

1) Pequeño tamaño muestral: 20 pacientes recibieron HCQ (de los cuales 6 además AZ) y 16 conformaron el grupo control.

2) Entre los pacientes que iniciaron tratamiento con HCQ, aquellos con peor evolución han sido excluidos del análisis.

3) No queda claro bajo qué criterio clínico se decidió añadir AZ.

4) El método diagnóstico escogido (PCR del exudado nasofaríngeo), parece tener menor sensibilidad para SARS- COV- 2 respecto al lavado broncoalveolar o el esputo según estudios previos (112). Se ha criticado también que el umbral establecido por el estudio para considerar la negativización es más bajo del utilizado habitualmente en el laboratorio.

5) Destaca entre los pacientes seleccionados para recibir tratamiento combinado (HCQ + AZ) una menor carga viral previa a iniciar el tratamiento respecto a los tratados solo con HCQ. Cargas virales menores podrían facilitar per se la negativización.

6) Un paciente tratado con la combinación de HCQ+ AZ y que el día 6 había negativizado, presentó posteriormente una PCR positiva el día 8.

7) No están descritos los objetivos secundarios establecidos que incluyen varias variables clínicas especialmente relevantes en la interpretación de los resultados (estancia hospitalaria, mortalidad…).

8) Respecto a los efectos adversos, la combinación de HCQ con AZ podría aumentar el riesgo de prolongación del QT de forma significativa por lo que su uso debería ser monitorizado estrechamente (y evaluar beneficio vs riesgo).

En el estudio 2 (n:80) (166), encontramos también limitaciones:

1) Al igual que el estudio 1, tiene un pequeño tamaño muestral (n:80), el 57% tenían al menos 1 enfermedad crónica asociada

2) No hay un grupo control para comparar.

3) Se hace PCR nasofaríngea al ingreso independientemente de los síntomas cuando no tenemos aún clara la fiabilidad de la prueba (falsos negativos, falsos positivos).

4) Entre los pacientes con clínica, el 92% tenía clínica leve medido por la escala NEWS< 4 (lo ideal hubiera sido poder consultar en una tabla los síntomas) por lo que el beneficio de tratar y la necesidad de ingreso no está clara.

5) No explican en qué consistieron los efectos adversos, a pesar de explicar la prolongación del QT es llamativo que no hagan ECG durante o al final del tratamiento.

A día de hoy, no sabemos cuál es el papel exacto de la azitromicina en el COVID-19.

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Actualizado: 30/03/20

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