15. ¿Qué papel tiene la coagulación en los pacientes COVID-19?

Los pacientes COVID-19 presentan inicialmente disfunción pulmonar progresando, en algunos de ellos, a fallo multiorgánico. El desarrollo de coagulopatía en estos casos, es un factor de mal pronóstico, ya que se ha observado el desarrollo de coagulación intravascular diseminada (CID) en la mayoría de los pacientes que fallecen.

El mecanismo de la CID se debe a:

- Disfunción endotelial producida probablemente por la unión del virus al receptor celular ACE. Esto genera un exceso de trombina y fibrinolisis, que conlleva a un estado de hipercoagulabilidad.

- La hipoxia inducida por la disfunción pulmonar puede estimular la trombosis debido a la viscosidad sanguínea y la estimulación de otras vías de señalización.

Como evidencia de todo ello, se ha demostrado la oclusión y microtrombosis en venas pulmonares. Por lo que es plausible, la idea de que estos pacientes tengan un incremento del riesgo de enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) (27) además de la inmovilización de la hospitalización.

La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) (28), ha propuesto un Score para identificar de forma precoz la coagulopatía inducida por sepsis (CIS), si los pacientes cumplen dichos criterios (tiempo de protombina (TP), número de plaquetas y criterios SOFA de fallo orgánico secuencial), se beneficiarían de tratamiento anticoagulante. Además, se ha observado que la elevación de Dímero-D (DD) y la prolongación del TP al ingreso se asocia a peor pronóstico en estos pacientes.

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Actualizado: 29/03/20

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